Mi B. se independiza. Así, como lo oís. Hace nada estaba jugando con muñecas, y eso me ha soltado esta mañana, que en unas semanas vuela del nido. Que se me ha hecho una mujer señores, y yo sin darme cuenta.
B. y yo nos conocimos, casualidades de la vida, una fría mañana de otoño, en otra época que queda ya tan lejana que casi ni me acuerdo (seguro que ella tampoco). Entró en mi vida sin llamar, poco a poco, como solo las buenas amistades saben hacerlo, y fuimos sentando cimientos. Con el paso de los años se ha convertido en imprescindible en mi vida. Ella es mi otra hermana pequeña, la postiza, la elegida. Y a mi me encanta hacerle de hermana mayor.
Ahora me hablas de salones, cocinas, viscolatex y encimeras, casi ni te escucho cielo, no me creo que haya pasado el tiempo. Que si el papel de la pared, que si la pintura, que si la mudanza ... ¿pero de verdad? Cómo pasa el tiempo, y que envidia me das reina. Porque entras por la puerta grande a la mejor etapa de tu vida. La que será tuya, vuestra, a medida, en la que tú sola tomas las decisiones. Y de lo demás, pues no hagas caso. Porque lo que de verdad importa es con quien te levantas por la mañana, y que lo has elegido tú. Lo que de verdad importa es que eres dueña y señora. Ahora el camino lo marcas tú. Que seais muy felices, y yo pueda estar a tu lado para disfrutarlo juntas.
B. y yo nos conocimos, casualidades de la vida, una fría mañana de otoño, en otra época que queda ya tan lejana que casi ni me acuerdo (seguro que ella tampoco). Entró en mi vida sin llamar, poco a poco, como solo las buenas amistades saben hacerlo, y fuimos sentando cimientos. Con el paso de los años se ha convertido en imprescindible en mi vida. Ella es mi otra hermana pequeña, la postiza, la elegida. Y a mi me encanta hacerle de hermana mayor.
Ahora me hablas de salones, cocinas, viscolatex y encimeras, casi ni te escucho cielo, no me creo que haya pasado el tiempo. Que si el papel de la pared, que si la pintura, que si la mudanza ... ¿pero de verdad? Cómo pasa el tiempo, y que envidia me das reina. Porque entras por la puerta grande a la mejor etapa de tu vida. La que será tuya, vuestra, a medida, en la que tú sola tomas las decisiones. Y de lo demás, pues no hagas caso. Porque lo que de verdad importa es con quien te levantas por la mañana, y que lo has elegido tú. Lo que de verdad importa es que eres dueña y señora. Ahora el camino lo marcas tú. Que seais muy felices, y yo pueda estar a tu lado para disfrutarlo juntas.
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