La cara de Clara se ha convertido en la segunda historia más leída del blog, lo que confirma mi poder para crear expectación. Tengo una amiga que lleva sufriendo desde la semana pasada con la sorpresa, y como soy única para guardar secretos pues no le he dicho nada, ni una pista, ni un detalle. Ya no os hago sufrir más, desvelamos la segunda sorpresa, que en realidad son dos: las nuevas secciones del blog.
La primera no tiene mucha ciencia, y es la sección de Clara Mexicana, en la que aparecen todas las aventuras que vivió Clarita en el país de los tamales y el tequila. Si recordáis, el viaje a México supuso una de las tantas vueltas a la blogosfera y para mi gusto (aunque no soy objetiva, todo hay que decirlo) algunas de las historias más divertidas que he contado en este largo tiempo. Me parecía interesante tenerlas todas juntitas en alguna parte, y de paso comprobáis todas las posibilidades que tiene el logo de la nueva imagen (me encanta). Son historias antiguas que ya habéis leído pero que seguro que os vuelven a sacar alguna sonrisa. Y quién sabe si pronto, podremos ampliar la sección.
La segunda tiene algo más de novedad. Y viene al hilo de la vena repostera-cocinera que me ha surgido en el último año: es Clara Cocinera. Para mi, los libros de recetas han quedado obsoletos y si usas google para buscar alguna receta o truco te van a salir millones de resultados. Hay blogs de cocina buenísimos de personas anónimas que nada tienen que envidiarle a cocineros con estrellas michelín. Yo tengo algunos de obligatorio paso que ya os iré enseñando, y a los que recurro para hacer mis experimentos culinarios.
¿Y si hay tanta oferta en internet, qué se cree Clara?¿que va a convertirse en cocinera reputada a través del blog?¿que de aquí va a transportase a masterchef y a montar un restaurante? Pues no. O al menos no inmediatamente (sigue con la perra del libro y de ahí no la sacas). Pero cuando pongo en prácticas todas esas recetas siempre echo de menos que sean algo más fáciles y que te cuenten truquitos como que no debes meter las manos en la masa antes de engrasar el molde porque luego vas a estar tan pegajosa que lo vas a quedar todo echo un asco. Cosas obvias, como la vida misma, pero en las que no caes hasta que no estás empantanada en la cocina.
Resumiendo, que esto se alarga y se me despistan los lectores: una sección de recetas propias y ajenas, con mis blogs de cabecera, mis trucos infalibles y alguna sorpresita que irá surgiendo. Acepto colaboraciones, no digo más. Me apetecía mucho compartir mis avances culinarios con mis lectores, a ver qué tal sale el invento. Mañana a primera hora, la primera receta de la sección. Vamos a probar una de las propias.
Y la tercera sorpresa ... pues con el éxito que he tenido con las dos primeras, creo que voy a haceros sufrir algunos días más ...
Clara Como La Vida Misma