Vaya mañana que he tenido. No os hacéis una idea. Hoy decidí renunciar a la comodidad de trabajar desde casa, en pijama y despeinada, obviando madrugones, por subir al despacho. Trabajo desde más temprano y me cunde más, y dicho sea de paso, me socializo un poco, que a mediados de semana va tocando. Pero no he podido trabajar mucho, porque la licencia de la base de datos que uso estaba caducada, y no me dejaba meter datos. Problemas técnicos aparte, la mañana ha dado mucho de sí.
Y es que una vez consultadas las tres cuentas de correo (la personal, la del trabajo, y esa que todo el mundo tiene con un nombre más serio, por si acaso, pero que nunca tiene mensajes); una vez cotilleado los estados del tuenti de todos mis amigos, y una vez cambiada la foto de perfil del facebook hasta en tres ocasiones, me he quedado sin nada que hacer. Y me ha dado por meterme en la banca online para ver el estado de mis cuentas. Que no penséis que tengo acciones, o fondos de inversión ni nada de eso, no. Puro aburrimiento, para ver que tal íbamos en lo que llevamos de mes.
Maldita la hora. No me arrepiento más ... Resulta que tras un verano movidito, del que no puedo quejarme (eso vaya por delante), mi cuenta de ahorros ha desaparecido. Cosa por otro lado normal y nada escandalosa, porque soy abanderada de disfrutar el dinero, y si puede ser fuera de tu ciudad, más que mejor. Pero no he contado yo, que la falta de ahorros le iba a dar un mordisco a la cuenta de diario, de la que se paga la casa, el coche, el teléfono ... Y he tenido que mirar dos veces, porque no podía ser que la cifra que marcaba fuera real, ¿solo dos número? ¿en serio? estamos a primero de mes y ¿ESO ES LO QUE NOS QUEDA? Me han entrado unos sudores fríos, y la actitud más madura que se me ha ocurrido en ese momento, ha sido cerrar la ventana del explorador. Como si con ese absurdo gesto, mi saldo fuera a aumentar, o las facturas se fueran a terminar. Así, sin miedo, como si tal cosa, he cerrado. Y me he pasado toda la mañana entrando cada 20 minutos por si había cambios. Evidentemente, alma cándida, no habrá cambios si no ingresas algo. Pero no sé, tenía la esperanza de que algún regalo de boda tardío, una devolución de hacienda a destiempo, un millonario desinteresado que me quiere patrocinar ...
No hace falta que os diga que mi cuenta no ha cambiado lo más mínimo en toda la mañana, no al menos hasta que no he pedido ayuda al 112, o sea mi madre, para un préstamos rápido y el pago de algunas cosas pendientes (benditas madres). Pero ha sido curioso como estaba totalmente convencida que si cada cierto tiempo lo miraba, el saldo iba a cambiar (siempre para mejor). Es algo que además me pasa también con el tuenti y el facebook. Hoy mismo: 9.00 am 0 comentarios. 9.10 am 0 comentarios. 9.12 0 comentarios ... y así toda la mañana.
En fin, que estos aires de otoño que ya se van notando, nos traen también la necesidad de recortarnos un poco en gastos y empezar a guardar para cuando achuche el invierno, como las hormiguitas. Aunque ahora que lo pienso, las hormigas recolectan durante el verano, no se van tres veces de vacaciones ... Sabia naturaleza. Que pase este mes de octubre rápido por favor ....
Y es que una vez consultadas las tres cuentas de correo (la personal, la del trabajo, y esa que todo el mundo tiene con un nombre más serio, por si acaso, pero que nunca tiene mensajes); una vez cotilleado los estados del tuenti de todos mis amigos, y una vez cambiada la foto de perfil del facebook hasta en tres ocasiones, me he quedado sin nada que hacer. Y me ha dado por meterme en la banca online para ver el estado de mis cuentas. Que no penséis que tengo acciones, o fondos de inversión ni nada de eso, no. Puro aburrimiento, para ver que tal íbamos en lo que llevamos de mes.
Maldita la hora. No me arrepiento más ... Resulta que tras un verano movidito, del que no puedo quejarme (eso vaya por delante), mi cuenta de ahorros ha desaparecido. Cosa por otro lado normal y nada escandalosa, porque soy abanderada de disfrutar el dinero, y si puede ser fuera de tu ciudad, más que mejor. Pero no he contado yo, que la falta de ahorros le iba a dar un mordisco a la cuenta de diario, de la que se paga la casa, el coche, el teléfono ... Y he tenido que mirar dos veces, porque no podía ser que la cifra que marcaba fuera real, ¿solo dos número? ¿en serio? estamos a primero de mes y ¿ESO ES LO QUE NOS QUEDA? Me han entrado unos sudores fríos, y la actitud más madura que se me ha ocurrido en ese momento, ha sido cerrar la ventana del explorador. Como si con ese absurdo gesto, mi saldo fuera a aumentar, o las facturas se fueran a terminar. Así, sin miedo, como si tal cosa, he cerrado. Y me he pasado toda la mañana entrando cada 20 minutos por si había cambios. Evidentemente, alma cándida, no habrá cambios si no ingresas algo. Pero no sé, tenía la esperanza de que algún regalo de boda tardío, una devolución de hacienda a destiempo, un millonario desinteresado que me quiere patrocinar ...
No hace falta que os diga que mi cuenta no ha cambiado lo más mínimo en toda la mañana, no al menos hasta que no he pedido ayuda al 112, o sea mi madre, para un préstamos rápido y el pago de algunas cosas pendientes (benditas madres). Pero ha sido curioso como estaba totalmente convencida que si cada cierto tiempo lo miraba, el saldo iba a cambiar (siempre para mejor). Es algo que además me pasa también con el tuenti y el facebook. Hoy mismo: 9.00 am 0 comentarios. 9.10 am 0 comentarios. 9.12 0 comentarios ... y así toda la mañana.
En fin, que estos aires de otoño que ya se van notando, nos traen también la necesidad de recortarnos un poco en gastos y empezar a guardar para cuando achuche el invierno, como las hormiguitas. Aunque ahora que lo pienso, las hormigas recolectan durante el verano, no se van tres veces de vacaciones ... Sabia naturaleza. Que pase este mes de octubre rápido por favor ....
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