No hace ni una hora que he llegado a casa. Desde las 7 que me levanté, digo yo que está bien ¿no? Que a mi no me gusta ser una superwoman trabajadora de esas de los anuncios de actimel que no para en todo el día. A mi me gusta tomarme la vida con más calma y no madrugar tanto. La mañana movidita, ha sido el día del centro y no he parado, menos mal, porque no teníamos internet en el despacho y si tengo que estar allí sentada, me corto las venas. Y por la tarde he pasado un rato muy divertido en buena compañía, conociendo a un grupo de mujeres con una juventud y frescura de envidia. En especial una de ellas, la más guapa de todas. Con la que está cayendo y como le brillan los ojos. Un modelo a seguir, un ejemplo de como no hay embiste que te de la vida que no puedas superar. M. me quito el sombrero. A tus pies.
Y ahora, recién duchadita y empijamadita estoy en la cama, con la final de Fama de fondo. Haciendo las tareas que me ha mandado mi padre, visualizando mi examen de conducir. Y es que me examino la próxima semana, y tengo miedito. Mucho miedito. Sigo con la teoría de que no se puede atender a todo con solo 5 sentidos. Contando con que el olfato y el gusto no participan en la conducción, solo me quedan 3; y el tacto y el oído ... tengo mis dudas. Pero me he hecho la promesa de que cuando apruebe, tengo que prescindir de algo. Sí, sí, no me miréis así. Algo voy a borrar de mi mente. El intermitente no puede ser, es importante. El tema de las señales depende, pero si no miras algún stop puedes tener problemas. El paso de peatones es impepinable, que ahí la puedes liar parda. Estoy entre las marchas o las líneas de la calzada. Creo que al final pasaré de las líneas, por que total, en la mitad de los sitios no están, tienes tú que imaginártelas. Y al final la gente se mete por donde tiene hueco, pues yo igual, y luego que piten. Total, siempre me pitan. Aunque lo del tema de las marchas ... no entiendo cual es el problema de ir en segunda a todos sitios. Pues vas a 30 y más seguros todos ¿no? a 30 km/h no te puede pasar nada, vas superdespacito. ¿Y eso de qué el coche te pide las marchas? ¿qué lo tienes que automatizar? bueno, con eso no doy crédito. Hoy mi profesor me dice que el coche me habla ... y yo flipando ... ¿qué me habla? ¿y qué coño me dice? porque sería mucho más fácil si una vocecita me recordara que hacer en un cruce sin señalizar o cuando se tira un peatón a un paso de cebra (os juro que en cuanto ven un coche de autoescuela, se tiran, saben que paramos siempre). Una vocecita tipo kitt (te necesito) que me echara una mano en ese examen que me recome por dentro.
Porque el día que tenga que coger mi megane yo sola, estoy tranquila, conduzco más o menos como el resto de la gente, se me olvidan cosas que no ponen en peligro al resto de la humanidad. Pero a esta gente de tráfico se le ha metido en la cabeza que el día del examen hay que hacerlo perfecto, sin fallos, con los 5 sentidos (en mi caso solo uno válido) en el examen. Esa presión unida a las mil leyendas urbanas que corren en esta ciudad sobre los examinadores ... Pues imaginaros el panorama, es que me veo olvidando el intermitente y el tipo de atrás saltando sobre mi. Es que lloro. En cuanto me diga algo os juro que lloro.
Así que mi coach paterno me ayuda a controlar los nervios, visualizar el examen, canalizar la presión y mostrarme positiva. Todo eso a la vez. Y en ello estoy. Pero entre respiración y visualización me desahogo, y aprovecho para romper una lanza a favor de todos esos pre-novatos que no oyen su coche cuando les habla, que hacen todo el recorrido en la misma marcha, que confunden la derecha y la izquierda y que piensan que lo mejor que puedes hacer media hora antes del examen es tomarte un tranquimazín. Mucho ánimo, visualizar, controlar, canalizar y respirar hondo. La semana que viene, os cuento.
Y ahora, recién duchadita y empijamadita estoy en la cama, con la final de Fama de fondo. Haciendo las tareas que me ha mandado mi padre, visualizando mi examen de conducir. Y es que me examino la próxima semana, y tengo miedito. Mucho miedito. Sigo con la teoría de que no se puede atender a todo con solo 5 sentidos. Contando con que el olfato y el gusto no participan en la conducción, solo me quedan 3; y el tacto y el oído ... tengo mis dudas. Pero me he hecho la promesa de que cuando apruebe, tengo que prescindir de algo. Sí, sí, no me miréis así. Algo voy a borrar de mi mente. El intermitente no puede ser, es importante. El tema de las señales depende, pero si no miras algún stop puedes tener problemas. El paso de peatones es impepinable, que ahí la puedes liar parda. Estoy entre las marchas o las líneas de la calzada. Creo que al final pasaré de las líneas, por que total, en la mitad de los sitios no están, tienes tú que imaginártelas. Y al final la gente se mete por donde tiene hueco, pues yo igual, y luego que piten. Total, siempre me pitan. Aunque lo del tema de las marchas ... no entiendo cual es el problema de ir en segunda a todos sitios. Pues vas a 30 y más seguros todos ¿no? a 30 km/h no te puede pasar nada, vas superdespacito. ¿Y eso de qué el coche te pide las marchas? ¿qué lo tienes que automatizar? bueno, con eso no doy crédito. Hoy mi profesor me dice que el coche me habla ... y yo flipando ... ¿qué me habla? ¿y qué coño me dice? porque sería mucho más fácil si una vocecita me recordara que hacer en un cruce sin señalizar o cuando se tira un peatón a un paso de cebra (os juro que en cuanto ven un coche de autoescuela, se tiran, saben que paramos siempre). Una vocecita tipo kitt (te necesito) que me echara una mano en ese examen que me recome por dentro.
Porque el día que tenga que coger mi megane yo sola, estoy tranquila, conduzco más o menos como el resto de la gente, se me olvidan cosas que no ponen en peligro al resto de la humanidad. Pero a esta gente de tráfico se le ha metido en la cabeza que el día del examen hay que hacerlo perfecto, sin fallos, con los 5 sentidos (en mi caso solo uno válido) en el examen. Esa presión unida a las mil leyendas urbanas que corren en esta ciudad sobre los examinadores ... Pues imaginaros el panorama, es que me veo olvidando el intermitente y el tipo de atrás saltando sobre mi. Es que lloro. En cuanto me diga algo os juro que lloro.
Así que mi coach paterno me ayuda a controlar los nervios, visualizar el examen, canalizar la presión y mostrarme positiva. Todo eso a la vez. Y en ello estoy. Pero entre respiración y visualización me desahogo, y aprovecho para romper una lanza a favor de todos esos pre-novatos que no oyen su coche cuando les habla, que hacen todo el recorrido en la misma marcha, que confunden la derecha y la izquierda y que piensan que lo mejor que puedes hacer media hora antes del examen es tomarte un tranquimazín. Mucho ánimo, visualizar, controlar, canalizar y respirar hondo. La semana que viene, os cuento.
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