¿Alguna vez alguien se ha dirigido a vosotros y no habéis entendido nada? Son esas situaciones en las que tú ves a alguien que te mira, mueve los labios y emite sonidos, pero no puedes pillar ni una sola palabra. Nada de nada. A mi me pasa alguna vez que he ido a comprar al chino. Pues esa misma sensación la tengo desde ayer por la tarde, no sé si estoy en un curso de inglés o de chino mandarín. Os juro que a mi me suena igual.
Por lo visto el lunes debí hacer el examen tan bien que me han subido un nivel. Maldita la hora. Claro, que tengo el body como para entender algo. Me levanto a las 7 en punto in the morning, que yo pensaba que a esa hora era de noche aún. Pues no, resulta que es de día y se puede desayunar y todo. Después de medio litro de café tengo clase de vocabulary and phrasal verbs, que para quien no sepa que son, os informaré que es un tipo de construcción verbal muy temida por todos los que intentamos aprender el idioma. Esta clase no se me da mal, la cafeína corre por mis venas y el profesor está como una cabra y salta y grita sin venir a cuento (me encanta). Después de quince minutos de descanso, grammar con un inglés americano que me cuesta pillar un poco y pregunto cada cinco minutos, ahí ya se va torciendo la cosa …
Come en media hora y metete a las tres de la tarde en una clase de presentations, y entonces llegó el desastre. Para empezar, ¿esta gente no sabe lo que es la siesta? que yo a esa hora y recién comida tengo toda la sangre concentrada en otro sitio y no doy pie con bolo. Y si encima tengo que hacer una presentación de tres minutos sobre peces, pues imaginaros el panorama. Que sí, que vale, que tres minutos es muy poco tiempo, pero intenta tú hablar sobre peces a las tres y media de la tarde, con el san jacobo a medio camino del estómago y encima en inglés. Que si en español no sabría que decir sobre peces, en inglés ya ni os cuento. Pero para mejorarlo todo, la tipa, con un acento irlandés terrible se pone a preguntarme sobre marine life … ains no sabeis que mal rato he pasado, no porque no supiera la respuesta, ¡es que ni siquiera entendía la pregunta! y por más que lo repetía nada, yo con media sonrisa estúpida esperando que algún santo (irlandés a ser posible) me iluminara. Qué apurito. Al final me he sentado sin saber muy que me estaba preguntando y si mi respuesta encajaba con su frase.
Y ahora pretenden que estemos tres horas con los homework, que desde la EGB no tenía yo tantos deberes; que visitemos el centro de Valencia y volvamos a cenar. Sin olvidar la ducha y prepararlo todo para mañana … En mi línea de socializarme los justo y necesario me quedo en mi cuarto y comparto con vosotros mi angustia. ¿Porqué sabeis que es lo mejor? Que en la próxima clase deberé hablar sobre algún tema interesante durante treinta minutos. Y en inglés. Oh my God.
Por lo visto el lunes debí hacer el examen tan bien que me han subido un nivel. Maldita la hora. Claro, que tengo el body como para entender algo. Me levanto a las 7 en punto in the morning, que yo pensaba que a esa hora era de noche aún. Pues no, resulta que es de día y se puede desayunar y todo. Después de medio litro de café tengo clase de vocabulary and phrasal verbs, que para quien no sepa que son, os informaré que es un tipo de construcción verbal muy temida por todos los que intentamos aprender el idioma. Esta clase no se me da mal, la cafeína corre por mis venas y el profesor está como una cabra y salta y grita sin venir a cuento (me encanta). Después de quince minutos de descanso, grammar con un inglés americano que me cuesta pillar un poco y pregunto cada cinco minutos, ahí ya se va torciendo la cosa …
Come en media hora y metete a las tres de la tarde en una clase de presentations, y entonces llegó el desastre. Para empezar, ¿esta gente no sabe lo que es la siesta? que yo a esa hora y recién comida tengo toda la sangre concentrada en otro sitio y no doy pie con bolo. Y si encima tengo que hacer una presentación de tres minutos sobre peces, pues imaginaros el panorama. Que sí, que vale, que tres minutos es muy poco tiempo, pero intenta tú hablar sobre peces a las tres y media de la tarde, con el san jacobo a medio camino del estómago y encima en inglés. Que si en español no sabría que decir sobre peces, en inglés ya ni os cuento. Pero para mejorarlo todo, la tipa, con un acento irlandés terrible se pone a preguntarme sobre marine life … ains no sabeis que mal rato he pasado, no porque no supiera la respuesta, ¡es que ni siquiera entendía la pregunta! y por más que lo repetía nada, yo con media sonrisa estúpida esperando que algún santo (irlandés a ser posible) me iluminara. Qué apurito. Al final me he sentado sin saber muy que me estaba preguntando y si mi respuesta encajaba con su frase.
Y ahora pretenden que estemos tres horas con los homework, que desde la EGB no tenía yo tantos deberes; que visitemos el centro de Valencia y volvamos a cenar. Sin olvidar la ducha y prepararlo todo para mañana … En mi línea de socializarme los justo y necesario me quedo en mi cuarto y comparto con vosotros mi angustia. ¿Porqué sabeis que es lo mejor? Que en la próxima clase deberé hablar sobre algún tema interesante durante treinta minutos. Y en inglés. Oh my God.
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