Definitivamente el Caribe ha quedado descartado y ha sido sustituido por una televisión de plasma más grande que el sillón en el que nos sentamos para verla. Pero fui a pedir presupuestos y todo ¿eh? no penséis que me rendí tan pronto. Llegué a casa con una selección de catálogos y precios bien escogidos: bungalows de lujo con jacuzzi al lado de la cama y 15 piscinas, a 20 metros de la playa, con privilegios de luna de miel. Y se los enseñé a mi futuro esposo, explicándole, punto por punto, condiciones, hoteles y fotos; vamos mejor que si fuera el mismísimo Curro, que lleva años repitiendo destino. Mi amado me escuchó, asintió, soltó alguna admiración y cuando vio el precio final me miró muy serio y me dijo: “Tenemos que ahorrar para la boda”. No me digáis que no es un argumento contundente, no supe con que rebatirle.
Pocos días después me entero de que Punta Cana, mi destino favorito, ¡NO ESTÁ EN EL CARIBE! Y lo pongo en mayúsculas porque me siento muy indignada con el sector turístico, me tenían engañada. Que resulta que las aguas en las que íbamos a bañarnos son del Atlántico ¡y a mi nadie me había dicho nada! Así que por ahí no paso, para bañarme en el Atlántico me voy al Algarve, que es el mismo océano y no me tengo que gastar un ojo de la cara.
Y como los hombres son así, a mi futuro se le olvidó enseguida lo de los ahorros. Y de la misma manera que llegué yo con las vacaciones, llegó él con los catálogos de televisiones gigantes y me los enseñó, explicándome, punto por punto, pulgadas, conexiones y píxeles. Y por un momento pensé en utilizar el mismo argumento que desterró mis catálogos al revistero del baño. Pero luego pensé que se ha pasado todo el año trabajando y que se merece tener algún que otro capricho, y a mi también me apetece tener una tele nueva. La cara que tiene desde que cedí, y lo bien que voy a ver yo todas las temporadas de Anatomía de Grey en el maratón de series con el que llenaré mi verano, me hacen estar segura de mi decisión.
O sea que mis vacaciones se resumen en campo, piscina y alguna breve escapada a la playa. Y a Ikea claro, porque necesitamos una mesa de tele nueva, que no sabéis lo que ocupa el mamotreto. El señor anda decidiéndose entre tipos de alta definición, preocupado por la calidad de la imagen y el modo de reproducción DVD. Últimamente solo habla con siglas: que si HD, que si Full no se qué... A mi todo eso me da igual, lo que realmente me preocupa ahora es como vamos a meter el muerto en el ascensor para subirlo a casa. Y que me va a tapar las vistas a los jardines. Y que se le va a antojar un home cinema que nos acabe de buscar la ruina con el vecindario. En fin, hay que ver las cosas a las que renunciamos por amor …
Estaba pensando yo ... Cuba sí que está en el Caribe … ¿no?
Pocos días después me entero de que Punta Cana, mi destino favorito, ¡NO ESTÁ EN EL CARIBE! Y lo pongo en mayúsculas porque me siento muy indignada con el sector turístico, me tenían engañada. Que resulta que las aguas en las que íbamos a bañarnos son del Atlántico ¡y a mi nadie me había dicho nada! Así que por ahí no paso, para bañarme en el Atlántico me voy al Algarve, que es el mismo océano y no me tengo que gastar un ojo de la cara.
Y como los hombres son así, a mi futuro se le olvidó enseguida lo de los ahorros. Y de la misma manera que llegué yo con las vacaciones, llegó él con los catálogos de televisiones gigantes y me los enseñó, explicándome, punto por punto, pulgadas, conexiones y píxeles. Y por un momento pensé en utilizar el mismo argumento que desterró mis catálogos al revistero del baño. Pero luego pensé que se ha pasado todo el año trabajando y que se merece tener algún que otro capricho, y a mi también me apetece tener una tele nueva. La cara que tiene desde que cedí, y lo bien que voy a ver yo todas las temporadas de Anatomía de Grey en el maratón de series con el que llenaré mi verano, me hacen estar segura de mi decisión.
O sea que mis vacaciones se resumen en campo, piscina y alguna breve escapada a la playa. Y a Ikea claro, porque necesitamos una mesa de tele nueva, que no sabéis lo que ocupa el mamotreto. El señor anda decidiéndose entre tipos de alta definición, preocupado por la calidad de la imagen y el modo de reproducción DVD. Últimamente solo habla con siglas: que si HD, que si Full no se qué... A mi todo eso me da igual, lo que realmente me preocupa ahora es como vamos a meter el muerto en el ascensor para subirlo a casa. Y que me va a tapar las vistas a los jardines. Y que se le va a antojar un home cinema que nos acabe de buscar la ruina con el vecindario. En fin, hay que ver las cosas a las que renunciamos por amor …
Estaba pensando yo ... Cuba sí que está en el Caribe … ¿no?
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