25 de mayo de 2009

Vuelvo a casa

Bueno señores, pues esto se ha acabado. Mi aventura en Valencia llegó a su fin y aunque dije que me relacionaría lo justo y necesario, tengo que reconocer que he conocido a gente estupenda, que me he venido con un poquito de pena y que el curso no hubiera sido igual sin ellas. Es lo que suele pasar, una va con expectativas de hacer amigos y se viene sola, pero si no vas con ninguna intención, pues la vida te sorprende con estas cosas. 

Y por lo demás, no puedo quejarme mucho. Bueno, si puedo, pero haciendo balance no lo haré, para que luego no me riñáis. Acabo de sacar mi diploma del curso que aún estaba en la maleta. Lo voy a enmarcar. No porque sea bonito (que lo es) si no porque me lo he ganado a pulso. No os imagináis como lo he sudado, y cuando me lo han dado, con ceremonia de entrega incluida, casi lloro. Sitio de honor en la casa.

Ya les he dicho a mis niñas del despacho que a partir de ahora solo nos comunicaremos in english, que hay que practicar para este verano por si acaso el destino me lleva a Canadá. Punta Cana ha sido definitivamente descartado, tiene muchas posibilidades de ser sustituido por una TV de 42 pulgadas. Mi futuro esposo de vez en cuando tiene sus caprichos, y no todo voy a decidirlo yo y mis ansias de Caribe. Además allí no se habla inglés, no podría practicar ...

21 de mayo de 2009

English course

¿Alguna vez alguien se ha dirigido a vosotros y no habéis entendido nada? Son esas situaciones en las que tú ves a alguien que te mira, mueve los labios y emite sonidos, pero no puedes pillar ni una sola palabra. Nada de nada. A mi me pasa alguna vez que he ido a comprar al chino. Pues esa misma sensación la tengo desde ayer por la tarde, no sé si estoy en un curso de inglés o de chino mandarín. Os juro que a mi me suena igual.

Por lo visto el lunes debí hacer el examen tan bien que me han subido un nivel. Maldita la hora. Claro, que tengo el body como para entender algo. Me levanto a las 7 en punto in the morning, que yo pensaba que a esa hora era de noche aún. Pues no, resulta que es de día y se puede desayunar y todo. Después de medio litro de café tengo clase de vocabulary and phrasal verbs, que para quien no sepa que son, os informaré que es un tipo de construcción verbal muy temida por todos los que intentamos aprender el idioma. Esta clase no se me da mal, la cafeína corre por mis venas y el profesor está como una cabra y salta y grita sin venir a cuento (me encanta). Después de quince minutos de descanso, grammar con un inglés americano que me cuesta pillar un poco y pregunto cada cinco minutos, ahí ya se va torciendo la cosa …

Come en media hora y metete a las tres de la tarde en una clase de presentations, y entonces llegó el desastre. Para empezar, ¿esta gente no sabe lo que es la siesta? que yo a esa hora y recién comida tengo toda la sangre concentrada en otro sitio y no doy pie con bolo. Y si encima tengo que hacer una presentación de tres minutos sobre peces, pues imaginaros el panorama. Que sí, que vale, que tres minutos es muy poco tiempo, pero intenta tú hablar sobre peces a las tres y media de la tarde, con el san jacobo a medio camino del estómago y encima en inglés. Que si en español no sabría que decir sobre peces, en inglés ya ni os cuento. Pero para mejorarlo todo, la tipa, con un acento irlandés terrible se pone a preguntarme sobre marine life … ains no sabeis que mal rato he pasado, no porque no supiera la respuesta, ¡es que ni siquiera entendía la pregunta! y por más que lo repetía nada, yo con media sonrisa estúpida esperando que algún santo (irlandés a ser posible) me iluminara. Qué apurito. Al final me he sentado sin saber muy que me estaba preguntando y si mi respuesta encajaba con su frase.

Y ahora pretenden que estemos tres horas con los homework, que desde la EGB no tenía yo tantos deberes; que visitemos el centro de Valencia y volvamos a cenar. Sin olvidar la ducha y prepararlo todo para mañana … En mi línea de socializarme los justo y necesario me quedo en mi cuarto y comparto con vosotros mi angustia. ¿Porqué sabeis que es lo mejor? Que en la próxima clase deberé hablar sobre algún tema interesante durante treinta minutos. Y en inglés. Oh my God.

18 de mayo de 2009

Valencia

No sabéis que bien estoy … acabo de venir de la playa y me estoy untando con aftersun, de ese de toda la vida, el que huele a nuestra infancia, porque me temo que me he chamuscado un poquito. No pasa nada, lo que hoy es rojo mañana será un bonito dorado mediterráneo, ya veréis.

En un ratito me voy al Colegio Mayor para incorporarme a un curso de inglés y eso me da mucha más pereza. Además que me he venido sin mi inseparable de becas, y no es lo mismo. Vaya si no es lo mismo. Para empezar las becas con mi amiga, empiezan en avión, y esta ha empezado en tren.

A las siete en punto de la mañana llegábamos a la estación mi señora madre y yo, que aprovecha mi curso para pegarse una buenas vacaciones (ella si que sabe). Yo, con tres horitas de sueño pa´l cuerpo, caí rendida en el asiento y cuando me desperté, por un momento pensé que nos habíamos equivocado de tren y que íbamos camino de Benidorm. El vagón a rebosar, y la edad media de los pasajeros en los 70 años. Como en el Imserso, me ahorro los detalles porque os los podéis imaginar. Diez horas después llegamos a Valencia, sin película por el camino, que estaba el cine-tren estropeado. Y menos mal, porque con el público que teníamos lo más probable es que hubiera tocado una de Paco Martínez Soria y eso no hay cuerpo que lo aguante.

Visita obligada a la familia, que nos acoge con todo lujo. Por fin conozco a mis sobrinas, las dos mayores preciosas, morenazas, como bombones valencianos. Y la pequeña … una muñeca de diez días que hace que se te despierten todos los instintos.

Como buenas domingueras, hoy día de playita, tostándonos al sol la madre y la hija, con baño incluido. Y ahora preparando todo para empezar el curso. Ains que pereza … tengo que desempolvar el “método del go to” porque intuyo que una buena parte del inglés que sabía se me ha perdido por el camino. Y sin mi compañera de becas. ¿Porqué me has dejado venirme sola?

En fin, que tengo que aprovechar las últimas becas que el señor Zapatero me brinda y no me queda más remedio que levantarme mañana a las siete de la mañana and go to school. No me quejo más. A final de la semana os cuento que tal ha ido todo.

12 de mayo de 2009

Dos minutos

¿Sabéis eso que dicen de que puedes tardar muy poco en suspender el examen de conducir? Pues se puede, doy fe. Exactamente puedes cagarla 2 minutos después de haber comenzado. Es fácil, muy fácil, pero para ello tenéis que seguir unos pasos básicos que yo os explico a continuación.

Lo primero y básico es que vayas nerviosa, muy nerviosa, desencajada. Si además has estado el día antes tan normal y tranquila y los nervios te aparecen de golpe, pues mejor. Notarás como una oleada de pánico te inunda en el justo momento que te abrochas el cinturón, un nudo en el estómago que antes no estaba ahí. Eso te facilita mucho el segundo paso. Busca aparcamiento. Pero no te vale cualquiera, tiene que ser estrechito, a ser posible en una curva y con los coches en diagonal. En batería, que eso se estila menos y puedes cagarla con más facilidad. Si ves que el coche no cabe, que le das al de al lado, no se te ocurra salir y buscar otro sitio, eso nunca. Haz alguna maniobra absurda, que no valga más que para meter el coche peor y que luego seas incapaz de hacer ningún movimiento sin darle al de al lado. Si me hacéis caso y seguís los pasos, en menos de 2 minutos podréis escuchar al examinador "reanude la marcha y haga una parada cuando le sea posible ..."

Ese ha sido mi examen de hoy. Ha durado exactamente dos minutos, y me ha dado tanta vergüenza que luego me he puesto hasta colorada y todo. Pero tampoco el mundo se ha parado hoy, y no tengo más remedio que volver a examinarme. Con menos ánimo, más cansancio y una batería de amuletos a la que hoy se suma una estampita de un santo. Sí, me habéis leído bien, un santo. Concretamente San Judas Tadeo, que me ha regalado quien si ha aprobado detrás de mi y que dicen protege a los imposibles. Pues este señor a este paso, conmigo va a tener tela de trabajo, pronto está pidiendo un aumento ...

Mi futuro esposo me dice que no me preocupe, que él antes de poder emular a Carlos Sainz en las calles de nuestro barrio, lo intentó 4 veces, y que cree yo estoy siguiendo sus pasos. Eso significa que si sigo sus pasos, la próxima vez no me dará ni tiempo de salir del aparcamiento y ya estaré suspensa. Por San Judas de los Imposibles que no me pase eso, que la tercera no me da tiempo de llegar a casa antes de ponerme a llorar ...

Pues eso, que en dos semanas volvemos a intentarlo. Será la definitiva. O no. Yo que sé. Como anécdota, de cuatro novatos solo una ha salido airosa, y era su tercer intento ... yo al menos no me he metido en dirección contraria.
 

Solo ha habido un instante en la mañana en la que sí se ha parado, por unos segundos, el mundo entero. Y luego ha continuado, pero ya con la falta de uno de los grandes, de los mejores. Te voy a echar mucho de menos. Todos lo haremos. De sol, espiga y deseo son sus manos en mi pelo. De nieve, huracán y abismos, el sitio de mi recreo ...

11 de mayo de 2009

Independencia

Mi B. se independiza. Así, como lo oís. Hace nada estaba jugando con muñecas, y eso me ha soltado esta mañana, que en unas semanas vuela del nido. Que se me ha hecho una mujer señores, y yo sin darme cuenta.

B. y yo nos conocimos, casualidades de la vida, una fría mañana de otoño, en otra época que queda ya tan lejana que casi ni me acuerdo (seguro que ella tampoco). Entró en mi vida sin llamar, poco a poco, como solo las buenas amistades saben hacerlo, y fuimos sentando cimientos. Con el paso de los años se ha convertido en imprescindible en mi vida. Ella es mi otra hermana pequeña, la postiza, la elegida. Y a mi me encanta hacerle de hermana mayor.

Ahora me hablas de salones, cocinas, viscolatex y encimeras, casi ni te escucho cielo, no me creo que haya pasado el tiempo. Que si el papel de la pared, que si la pintura, que si la mudanza ... ¿pero de verdad? Cómo pasa el tiempo, y que envidia me das reina. Porque entras por la puerta grande a la mejor etapa de tu vida. La que será tuya, vuestra, a medida, en la que tú sola tomas las decisiones. Y de lo demás, pues no hagas caso. Porque lo que de verdad importa es con quien te levantas por la mañana, y que lo has elegido tú. Lo que de verdad importa es que eres dueña y señora. Ahora el camino lo marcas tú. Que seais muy felices, y yo pueda estar a tu lado para disfrutarlo juntas.

6 de mayo de 2009

Y el mundo ... no se paró

8.00. Últimos retoques, pelo en su sitio, ropa cómoda y dni en la mano. Tengo mis ranitas de Salamanca en el bolsillo, me acompañaron durante 4 años de carrera y hoy se merecen una oportunidad. Llaves, móvil. Respira hondo. Salimos de casa.

8.30. El examinador no mide dos metros, ni esta cubierto de pelo, ni tiene ojos y lengua de serpiente, como yo esperaba. Resulta que es un hombre totalmente normal. Me siento a su lado, tiesa como una vela, respirando hondo. En esta ocasión me toca hacerlo la segunda. No estoy nerviosa, pero no muevo un músculo.

9.00. Cambio de conductoras. Asiento. Embrague y freno. Primera y salimos. Mi primer examen de conducir acaba de empezar. Y solo comenzará a torcerse 5 minutos después, cuando la voz grave de mi espalda me indica un desvío que jamás en la vida he tomado, es más, que jamás en la vida ha tomado nadie que yo conozca. Diría que eso no estaba ahí ayer. Voy a ciegas, no tengo ni la más remota idea de a donde vamos, y eso es lo peor que le puede pasar a una novata. Pero no voy nerviosa, lo he hecho más o menos. El maldito desvío lleva a la autovía, mi mayor punto débil. Me juro a mi misma que no lo voy a hacer mal, pero lo hago, claro. Si llevo 20 prácticas saliendo mal de la autovía, ¿cómo coño hoy me ha dado por pensar que saldría bien? Y la incorporación a la carretera no es mejor, ¿de dónde leches sale tanto tráfico? si no me ha mandado parar, es que todavía hay esperanza, ya casi estamos cerca, aguanta un poco, solo una rotonda más ...

9.10. Y puedo decir exactamente cual fue el momento en el que suspendí el examen: "Aparque cuando pueda". Ains, eso es que tengo una oportunidad ... Marcha atrás, embrague, freno ... el puto coche no se mueve, no ha entrado la marcha ... punto muerto otra vez ... levanto el pie del embrague ... solo que en vez de punto muerto he metido primera y el coche se cala. Y ese es justo el movimiento que me faltaba para estropearlo. Me entraron ganas de darme la vuelta y preguntarle "aquí ya la he cagado del todo ¿verdad?".

En resumidas cuentas, mi suspenso estrepitoso ha sido una mezcla de mala suerte con el recorrido y un cóctel de mis puntos débiles. El examen lo he suspendido yo solita, que conste, me he equivocado en todo lo que me podía equivocar y en alguna cosa más que el examinador no se ha dado cuenta. Lo bueno es que se cuales han sido mis fallos y lo malo, que no me han traicionado los nervios (siempre le podía haber echado las culpas a ellos).

Mi coach paterno-incondicional, que me quita la presión del aprobado, creo que sabía lo que iba a pasar, y aunque me animaba a aprobar, en el fondo lo estaba viendo, porque el nunca se equivoca. Y me ha preparado para ello, a él le daba igual el resultado, la estadística me acompañaba. Ya me veía con la L plantificada en el megane esta misma tarde (alguna más también lo veía, tenemos que revisarnos la vista acuérdate), pero no ha sido así, y lo mejor es que no ha pasado nada. No me ha tragado la tierra, no se ha parado el reloj, la vida sigue, los pájaros cantan y Jorge Javier ha vuelto a la T5. La semana que viene lo intentaré otra vez, y ya me dará igual, cuando tenga que aprobar pues lo haré y punto. Que pierdo mucha energía visualizando, animándome y controlando mis nervios el día antes. Que no he tenido vida en dos semanas más allá de las clases. Que no ha habido momento en el que no me montara como copiloto y fuera moviendo los pies y pensando en las marchas. Que paso, que cuando el mundo esté preparado para mi arte conductor pues aprobaré. Que en peores plazas he toreao.

Y como siempre hay que verle el lado positivo a todo, en parte me alegro de haber suspendido (pero solo un poquito ¿eh?), porque me he dado cuenta que estoy rodeada de gente extraordinaria. Gracias por vuestros mensajes de apoyo, por vuestros ánimos, por las dedicatorias en las redes sociales, por las llamadas y por estar pendiente de mi cada minuto desde ayer a las 9.30. Sois los mejores.