11 de febrero de 2013

Mis primeros cupcakes

Mmmmhhh ... Se me hace la boca agua solo recordarlo ... Vaya tarde de repostería fina que nos hemos pegado. Aunque ahora tenga unos ardores dignos de apagar por los bomberos. Hoy me he estrenado en el actual, adictivo y tan de moda, maravilloso mundo de los cupcakes. Mi valoración es de matrícula de honor, pero como puede ser que yo no sea del todo objetiva e imparcial, he preguntado a mis conejillos de indias. Y ellos me han puesto otra matrícula de honor. O sea que estoy aprobada con doblete, y cuando mi madre no pone pegas a una receta mía, ¡es que lo he hecho de escándalo!

El antojo de este moderno pastel viene de la semana pasada, en la que de casualidad llegué a un blog de cupcakes y quedé enamorada de sus recetas. Lo que pasa es que a mi la cocina ... se me da bien, pero tengo dos habilidades. La primera es la de estropear las recetas con las cantidades. Porque me da pereza medir y pesar, y lo hago todo a ojo. Y una que es miope, os podéis imaginar el resultado. Mi segunda habilidad es la de ensuciar el doble de cacharros de los que realmente necesito. Deberían venir científicos de todo el mundo a estudiarlo, porque yo de verdad no sé cómo lo hago. De hecho hay veces que miro la pila de fregar y no identifico algunas de las cosas que hay en ella ...¿eso? ¿eso cuándo lo he usado yo? ¿esto de que está manchado?

Pero mi antojo era muy grave. Soñaba con cupcakes. Cerraba los ojos y solo veía cupcakes. Me pasaba el día repasando recetas de cupcakes. Cupcakes-cupcakes-cupcakes-cupcakes-cupcakes-cupcakes ¡por todos lados! Obsesiva que es una oiga.

Era tanta mi obsesión con las malditas magdalenas de diseño, que la semana pasada ocurrió esto en el salón de mi casa:
- Mamaaaaaaáá.
- ¿¿Queeeeé??
- Tengo antooojooo de cupcakes ...
- ¿¡De queeeé??
- De cupcakes. Son como unas "madalenitas" con buttercream por encima ...
- ¿¿¿Con queeeé???
- Con buttercream mamaaá, una cremita hecha con mantequilla y algún sabor riquísimo como chocolate. Uuummhhhh...
- Uf ¿ y de eso te ha entrado antojo? Pues de eso no tenemos. Me voy a hacer el café...

Al rato, mi madre se presentaba con el café, una magdalena de la bella easo que había abierto y rellenado con un pegote de nocilla, para delicadamente ponerle el moño de nuevo. 
- Toma. Ahí tienes tu cupcake ...

Esto es lo que se llama un choque de generaciones cocineras. Pero no diréis que mi madre no es la mejor mamá del mundo mundial. Hoy hasta me ha ayudado en la cocina a hacer mi primera hornada. Y casi no me ha reñido. Y yo casi no le he discutido. El siguiente paso es montar una pastelería juntas. Puede ser apasionante ...

Aquí os dejo una muestra de mi primera incursión en la pastelería actual. Tengo que perfeccionar mi arte con la manga pastelera. No creo que me convierta en la nueva Alma-Objetivo-Cupcake-Perfecto pero ya podemos ir sustituyendo las tartas de mercadona por recetas hechas en casa la mar de buenas ... 




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